Smishing: que un SMS no te engañe 

¿Has recibido últimamente una llamada de tu madre preguntándote por un mensaje de su banco afirmando que se ha registrado la retirada de una enorme suma de dinero? ¿O de una ONG pidiendo una colaboración monetaria? ¿O de la oficina de Correos, afirmando que es necesario el pago de aduanas? O, incluso, ¿te ha llamado extrañada porque ha recibido un mensaje tuyo en el que explicas que has cambiado de teléfono? Si la respuesta es afirmativa, entonces tu madre, al igual que el resto de usuarios digitales del país, puede ser una potencial víctima del smishing

Como es lógico, la sofisticación de la ciberdelincuencia ha aumentado de manera paralela al avance de la ciberseguridad y, sobre todo, de la familiarización de la población a los perfiles habituales de estafas online. Incluso las generaciones más mayores, aquellas que no son nativas digitales, han sofisticado su sensibilidad en cuanto a mensajes fraudulentos. 

Por eso, cada vez los mensajes son más convincentes, resultando en técnicas tan sibilinas como el smishing, una variante del phishing que utiliza mensajes de texto para engañarte y hacerte revelar información personal o financiera. A través de estos mensajes, muchas veces redactados de forma idéntica a los de tu banco e incluso llegados a enviarse a través de los mismos canales de comunicación y números de teléfono, los estafadores pueden adjuntar links de plataformas aparentemente legítimas en los que, a priori, no hay ningún indicio de actividad sospechosa. 

Si has recibido algunos de estos mensajes, no te preocupes. Hay algunas cosas que puedes hacer para evitar caer en la trampa.  

No hagas clic en enlaces sospechosos: Si recibes un mensaje de texto que parece sospechoso, no hagas clic en ningún enlace que contenga. En su lugar, comunícate directamente con la empresa o persona que supuestamente envió el mensaje para verificar si es legítimo.  

Vigila quién lo envía: Por lo general, incluso si un mensaje afirma provenir de una entidad de confianza, siempre es posible verificar la identidad del remitente. Si el mensaje no muestra el nombre de la empresa y solo aparece un número de teléfono, es muy probable que se trate de un intento de fraude. Además, una empresa de confianza nunca utilizará una URL no segura, es decir, una que comience con «http». Incluso las URL que comienzan con «https» pueden haber sido manipuladas por un ciberdelincuente, por lo que es importante tener precaución. 

Analiza cómo se dirigen a ti: Hasta las faltas de ortografía pueden darte una pista. Este tipo de correos y mensajes de texto suelen ser enviados en masa, por lo tanto, no suelen incluir tu nombre, carecen de contenido personalizado y podrían presentar errores gramaticales en su redacción. Si recibes fórmulas genéricas como «Estimado señor o señora», es muy probable que estés frente a un intento de estafa. 

No proporciones información personal o financiera: Nunca proporciones información personal o financiera a través de un mensaje de texto. Los estafadores pueden usar esta información para robar tu identidad o dinero. Y, si te piden que descargues algún archivo, no lo hagas. Podría ser un virus que robe información contenida en tu ordenador. 

No compartas ningún código: A menudo, para finalizar una transacción como un pago online, tu banco te enviará códigos de seguridad. Estos códigos de un solo uso que recibes para autorizar operaciones (OTP) son secretos, no los compartas con terceros. 

Mantente actualizado sobre las últimas estafas: Muchos sitios web y organizaciones publican información sobre las últimas estafas y cómo evitarlas. De hecho, es probable que tu entidad financiera ya se haya puesto en contacto contigo para advertirte del peligro de estos mensajes. 

Softwares de seguridad: Usa un software de seguridad y programas antivirus en tu teléfono móvil y ordenador para detectar y bloquear mensajes de texto sospechosos. Y, si ya tienes uno instalado, no olvides actualizarlo siempre para que tu ordenador reconozca hasta las técnicas de estafa más sofisticadas 

Si ya has caído, no te preocupes. Si has proporcionado información personal o financiera a través de un mensaje de texto sospechoso, hay algunas cosas que puedes hacer para protegerte y minimizar el daño.  

Aquí hay algunos pasos que puedes seguir si has caído en una estafa o fraude por smishing:  

Comunícate con tu banco o compañía de tarjeta de crédito: Si has proporcionado información financiera, comunícate con tu banco o compañía de tarjeta de crédito de inmediato para informarles del fraude. Pueden ayudarte a proteger tu cuenta y recuperar cualquier dinero que se haya perdido.  

Cambia tus contraseñas: Si has proporcionado información personal, cambia tus contraseñas inmediatamente. Asegúrate de usar contraseñas seguras y únicas para cada cuenta.  

Reporta el fraude: Reporta el fraude a la FTC (Comisión Federal de Comercio) y a la FCC (Comisión Federal de Comunicaciones). También puedes informar el fraude al proveedor de servicios móviles.  

Mantente alerta: Mantente alerta ante cualquier actividad sospechosa en tus cuentas financieras o personales. Revisa regularmente tus estados de cuenta y reporta cualquier actividad sospechosa de inmediato. 

Recuerda todos estos consejos y, sobre todo, mantente alerta.  ¡Que no te engañen!

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