100.000 personas han tenido la misma idea yo. ¿Y ahora qué? Consejos para sobrevivir en un festival de música

Consejos para sobrevivir en un festival de música (para ti y para tu móvil) 

Es un hecho que la experiencia de vivir un festival de música solo es bonita en dos sitios: tu Instagram y tu memoria. Los festivales son jornadas interminables, agotadoras y deshidratantes en las que se intercalan algunos de los mejores momentos de tu vida con algunos de los peores. El tiempo acababa priorizando los primeros – los únicos que grabas, por otro lado – y olvida las largas colas para conseguir agua, los eternos desplazamientos entre escenario y escenario y el calor. Especialmente el calor. 

Sobrevivir para contar que has visto el retorno de Depeche Mode, a Rosalía en su prime o el dominio global de Kendrick Lamar, como hicieron los asistentes del Primavera Sound 2023 durante las dos primeras semanas de junio en Barcelona y Madrid, no es imposible.  

Pero, al igual que el aluvión de documentos gráficos en redes sociales, también es inevitable tener que lidiar con el clima, como las lluvias torrenciales que apantanaron el recinto de Madrid del Primavera, o con los problemas de organización, como las colas de cuatro horas a las que esos mismos asistentes tuvieron que hacer frente al final del festival para coger uno de los autobuses lanzadera que conectaba los 10 kilómetros que separaban el recinto de Arganda del Rey. 

Por supuesto, tu artista favorito lo vale todo – lo sabemos. Pero queremos darte unos consejos para que tu experiencia sea lo más positiva posible. Es decir, que tu recuerdo y tu realidad difieran el uno del otro lo menos posible.  

Planéalo todo. 

Las aventuras déjalas para aquellos fines de semanas que no te cuesten varios cientos de euros. Si vas a un festival de música, cuanta más información tengas, mejor. 

Lo primero que deberías hacer es llegar el primer día con mucha antelación. Vigila los accesos, y lo mucho que tardas en llegar a ellos. Muchos se encuentran a las afueras de la ciudad o solo se alcanzan a través de transporte puesto a disposición por el festival. Y 300.000 personas pueden tener la misma idea que tú a la misma hora que tú. Que no te pille un atasco o un tapón. 

Una vez allí, consigue tu pulsera rápido, porque las colas para entrar por primera vez podrían ser eternas. Llega el primero, acredítate y familiarízate con las zonas del festival cuando todavía están vacías para no tener que recurrir a un mapa o darte cuenta, cuando Blur ya ha empezado, de que no sabes cómo llegar a su escenario. Además, así puedes establecer también un meeting point con tus amigos, para cuando uno de ellos inevitablemente se pierda a lo largo de la noche. 

Controla en qué escenarios van a actuar tus artistas favoritos y a qué horas van a hacerlo, y sé consciente de que la distancia que hay entre los diferentes espacios del festival no siempre es tan fácil de transitar cuando decenas de miles de personas están haciendo el mismo camino que tú: puede que un concierto termine a las 23.15 y el siguiente que quieres ver empiece a las 23.20, pero si entre escenarios hay una distancia de 40 minutos deberías asumir que a) no vas a llegar o b) deberías planear tu estrategia para perderte el final del primero y el principio del segundo. 

Haz caso a tu madre 

En absolutamente todo lo que lleva diciéndote toda la vida. No te quedes sin comer. Bebe agua, no solo cerveza. No quieres sufrir una deshidratación en medio de un concierto de Calvin Harris. Intenta descansar lo máximo posible, particularmente si duermes en el camping del festival – no es imposible si escoges una zona tranquila, usas antifaz y llevas un buen saco de dormir.  

Ponte crema. Esto ni si quiera es un consejo. Simplemente póntela. Y si te añades una gorra y unas gafas para que el sol no te abrase la cara, mejor todavía. No quieres pasarte tres días de verano al aire libre con la piel quemada, a no ser que tengas interés en generarte un melanoma. Nosotros te recomendamos que te limites a ser melómano. 

Además, estamos seguros de que tu vida y la de los de tu alrededor será mucho más fácil si llevas encima: tiritas, toallitas, pañuelos, chicles, caramelos, un mechero o una linterna. ¿Llueve? Mejor mirar también el tiempo con antelación. Un chubasquero o unos calcetines de repuesto te vendrán genial. ¡Incluso un paraguas! Vas a hacer muchos amigos si eres la Mary Poppins salvavidas que todo el mundo necesita en el inevitable momento de desesperación en el que uno se da cuenta de que siempre ha confiado en la bondad de los desconocidos.  

Cuida tu móvil 

Si no está en Instagram, ¿ha pasado de verdad? Ver a Kelela y no compartirlo en redes es como el árbol que cae en el Amazonas: nunca sabremos si hace ruido porque nadie estuvo ahí para subir una historia. Por lo tanto, tu móvil es una de tus mayores prioridades. Lo necesitas para documentarlo todo, para encontrar a tus amigos, para pedir el Uber de vuelta a casa, para mirar los horarios y para revisar el mapa.  

La principal prioridad es la batería. Llévalo siempre cargado al máximo. Algunos festivales ofrecen puntos de carga en los que puedes dejar tu móvil para alcanzar de nuevo un nivel útil de batería. Si tu festival no dispone de algo así – infórmate de antemano, volvemos al primer punto – llévate una batería portátil que alargue lo suficiente la vida de tu dispositivo móvil. 

Ahora que has conseguido mantenerlo vivo toda la noche, trata de mantenerlo en tus manos: no lo pierdas y evita que te lo roben. Te recomendamos que lo tengas siempre bajo control, incluso atado con una cinta a tu cuello o a una riñonera. Llévalo siempre en un bolsillo delantero, nunca trasero y jamás lo dejes demasiado a la vista. 

Como las desgracias siempre vienen sin avisar, antes de ir al festival deberías activar tu localización por si acaso. Si tu móvil no tiene integrado una aplicación de rastreo, para así poder comprobar donde está en caso de que lo pierdas, descárgate una. Haz una captura de pantalla de tu IMEI marcando el número *#06#. Así, si aparece en objetos perdidos, podrás demostrar que es el tuyo. Y, si te sientes más tranquilo, siempre puedes asegurarlo, para que en caso de que suceda lo peor siempre tengas las espaldas cubiertas. 

Y, por supuesto, no olvides lo más importante: divertirte. Y si la vuelta a casa en una pesadilla, piensa que la narrativa lo cura todo. Perdiste tres horas, pero has ganado una gran anécdota. ¡Pásalo bien! 

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