¿Cómo puedo proteger mi móvil del calor este verano? 

Las altas temperaturas pueden dañar tu dispositivo móvil, así que te damos los mejores consejos para que el calor del verano no acabe con tu batería 

Agosto es uno de los meses más cálidos del año, y las altas temperaturas es algo que nuestros dispositivos también notan: en una ola de calor con máximas de 40º, ninguno de nuestros móviles está a salvo. 

Con el uso tan continuo que hacemos de nuestros móviles, es habitual percibir un sobrecalentamiento debido a la acción combinada de la meteorología y nuestro uso, al que debemos sumar su reducido tamaño y la carencia de sistemas de refrigeración activa, que lo convierte en un objetivo perfecto para las altas temperaturas. 

Una temperatura por encima de lo recomendado en tu teléfono móvil puede provocar daños permanentes y acelerar el desgaste de los componentes electrónicos del dispositivo, como la batería: es habitual que ante temperaturas elevadas ésta vaya perdiendo capacidad y que pronto no dure tanto como al principio.  

De hecho, es posible que ya hayas experimentado uno de los efectos más comunes: el throttling. Este término se utiliza para describir el escenario en el cual un procesador opera a temperaturas excesivamente altas y disminuye sus frecuencias para reducir el consumo de energía y el nivel de temperatura.  

Aunque efectivo, esto deriva en un rendimiento reducido del dispositivo y una operación más lenta. En situaciones más graves, cuando la reducción de frecuencias del sistema en chip (SoC) no es suficiente, el dispositivo puede llegar a bloquearse o apagarse de manera inmediata. 

Por eso, debemos hacer todo lo que esté en nuestra mano para mantener los aumentos de temperatura al mínimo. Y para ello, puedes seguir estos consejos que te recomendamos desde insurama: 

Nunca los dejes en contacto directo con el sol 

Puede que se trate solo de un descuido accidental o de la costumbre, pero es habitual dejar nuestro móvil encima de la toalla cuando entramos a la piscina o playa, o encima de una mesa mientras comemos en una terraza, expuesto sin sombra en las horas de mayor exposición solar del día, convirtiéndolo en un escenario perfecto para un sobrecalentamiento. 

Por eso, es crucial evitar la exposición directa al sol en momentos de mayor intensidad solar. Si te encuentras fuera de casa, procura resguardarlo en un lugar sombreado no solo cuando no lo utilizas, sino también y especialmente mientras realizas un uso intensivo de él, ya que el riesgo de exposición es aún más nocivo.  

Si estás en la calle durante una tarde cálida y soleada de verano, te recomendamos guardarlo en el bolsillo o el bolso. Si planeas ir a la playa u otro lugar caluroso, evita colocarlo al sol sobre la toalla; en su lugar, busca una zona con sombra o incluso cubre el dispositivo con una prenda, como una camiseta. Y, si estás en una piscina, recuerda que el césped siempre regulará mejor la temperatura que nuestros objetos. 

Esto, por supuesto, también a aplica a dejarlos en objetos que están en contacto directo con el sol, algo que va desde una mochila negra a, por supuesto, un coche: nunca dejes el móvil en el coche. Apple aconseja evitar el almacenamiento del iPhone en ambientes que excedan los 45 grados Celsius, y el automóvil se encuentra entre esos lugares.  

Durante períodos de calor intenso, es esencial no dejar el teléfono móvil dentro del vehículo, especialmente si queda expuesto a la luz solar directa. Si mantienes el GPS activado mientras conduces, existe la posibilidad de que la temperatura se eleve y el dispositivo se apague automáticamente para proteger su funcionamiento

 
Quítale la funda de tu móvil 

Es cierto que cuando invertimos mil euros o más en un teléfono móvil, solemos mantenerlo en su funda para prevenir daños en caso de caídas que puedan resultar en costosas reparaciones. Sin embargo, podría valer la pena considerar hacer una excepción y retirar la funda durante momentos de calor extremo, ya que algunas fundas pueden obstaculizar el proceso de enfriamiento del dispositivo, especialmente aquellas diseñadas para un uso más áspero y de calidad cuestionable. Si la temperatura se eleva significativamente y tocarlo resulta incómodo, es aconsejable apagarlo. 

 
Reduce el brillo de la pantalla y activa el modo oscuro 

Ambas están orientadas a reducir el consumo y, por tanto, reducir la cantidad de calor que el móvil debe disipar. Al activar el modo oscuro, tanto las aplicaciones como el sistema operativo adoptan tonos más sombríos, lo que implica que la pantalla requiere menos iluminación en comparación con el modo claro, aliviando su carga. Por lo tanto, especialmente durante los días calurosos, es recomendable habilitar el modo oscuro en tu dispositivo móvil. 

No lo uses para tareas difíciles. ¡O no lo uses! 

Incluso con el brillo bajo y el modo oscuro, es recomendable no utilizar el móvil para tareas que requieran mucha energía, como jugar a videojuegos que requieran mucho procesamiento o ver (y grabar) vídeos y películas en una calidad alta, como el 4K. Mantén la resolución a medidas prudentes y, si puedes hacerlo, limita el uso al mínimo. La mejor manera de el calentamiento por uso es no usar el teléfono. 

¿Qué pasa si mi smartphone ya se ha sobrecalentado? 

Cuando un smartphone experimenta un sobrecalentamiento, mostrará un mensaje de advertencia, instando al usuario a apagarlo y ubicarlo en un lugar fresco para permitir su enfriamiento. En ocasiones, podrían realizarse llamadas de emergencia. 

Un lugar fresco, eso sí, no es lo mismo que un lugar frío. Por eso, bajo ningún concepto debemos meter nuestro móvil en la nevera o congelador. Sometido a un cambio brusco de temperatura, la pantalla podría dañarse o los componentes internos sufrirían perjuicios, especialmente en ambientes húmedos. Asimismo, no se recomienda someterlo al contacto directo con agua, aún si posee protección impermeable. 

Leave a Comment